Diversificar pero hasta cierto punto

La diversificación es una de las grandes premisas que siguen los buenos inversores. Es la mejor manera de reducir el riesgo. Los mejores gestores son fieles a esta máxima. La idea de la diversificación es poseer activos que tengan comportamientos dispares en distintos escenarios de mercado. Si un activo baja, puede haber otro que suba o no baje tanto.

Muchas veces los inversores en criptomonedas confunden la cantidad con la calidad. Diversificar no se trata de incluir cuantas más criptomonedas mejor. Bajo mi experiencia es al contrario, cuantas menos y de más calidad, mejor. Esa sobre diversificación supone un riesgo en sí. La solución es, como en muchas cosas de la vida, apostar por lo sencillo: tener una cartera simple, con pocas criptomonedas distintas, de calidad y de los que uno pueda entender perfectamente sus movimientos. Si uno entiende cómo se mueven cada una de sus criptomonedas en distintos entornos de mercado, entonces entenderá cómo se comporta su cartera en conjunto.

Antes, tienes que estudiar tanto los proyectos qué te interesan como sus precios. Los que mejor me funcionan a mi son los proyectos sólidos y consolidados (Proyectos con más de 4 años de antigüedad, dentro del top 100 y que no sean esquemas Pump & Dump).

Simplifica y vencerás.